Todo fluye, fuera y dentro; todo tiene sus marcas; todas las cosas suben y bajan; la oscilación del péndulo se manifiesta en todo; la medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa. El Principio del Ritmo – 5ta. Ley Hermética. El Kybalion.

En esta nueva entrega, tengo el gusto de presentar a mis lectores y amigos, un breve trabajo de investigación acerca del significado de nuestro actual Ciclo Cósmico (el cual está llegando a su fin), y las importantes consecuencias que esto ocasiona tanto a nuestra individualidad en particular como a la humanidad en general. No es una ninguna casualidad que estén sucediendo desde hace décadas, pero con más intensidad en nuestros actuales días, una serie de acontecimientos religiosos, socio- politicos, culturales, morales, sanitarios, que no tienen parangón en la historia moderna de la humanidad y que a todas luces, indican un cambio radical de paradigmas, forma de pensar e incluso fenómenos naturales. Es sin lugar a dudas el ingreso a un nuevo Ciclo Cósmico y a una nueva Era, la de ACUARIO.
La presente investigación, es una breve introducción al entendimiento de lo que son los Ciclos Cósmicos y nuestro actual Manvantara (el séptimo), que nos servirá para una mejor comprensión de lo que significa el ingreso a la Nueva Era (la de Acuario) y las consecuencias que este acontecer ya está y estará reportando a la humanidad.
A tal efecto y para una comprensión más global y detallada del tema, sugiero que el amable lector consulte algunos artículos precedentes que nos hemos publicado en este mismo medio y que se titulan:
«El final de nuestro Ciclo Cósmico y el inicio de una Nueva Era. (II parte: El punto de inflexión y los acontecimientos por venir desde una visión astrológica)». 8 noviembre, 2020 y «La venida del próximo Avatar y el inicio de una Nueva Era. (III parte)». 28 noviembre, 2020
Según la Doctrina Tradicional, podemos definir al Ciclo Cósmico como el conjunto de una serie de «fenómenos» y acontecimientos que se desarrollan en una relación tiempo-espacio determinada, entendiendo que este concepto de tiempo no es el exclusivamente convencional, sino el tiempo cosmológico o cualitativo, es decir, no se desarrollaría en una forma rectilínea o uniforme, sino en una forma cíclica. Esto significaría, que la manifestación Universal y con ella la de la misma Humanidad, se cumplió en el pasado y se cumplirá en el futuro en una forma siempre cíclica, constante y no rectilínea, pero volviendo siempre este ciclo al mismo punto de partida, tal y como así lo expresan la mayoría de las Tradiciones.
No obstante, existe una constante en cada uno de estos Ciclos y es que en la medida que el mismo avanza, se va produciendo una decadencia espiritual cada vez más pronunciada, hasta llegar a la materialización más absoluta, que culmina en una disolución en forma de una verdadera atomización del Mundo o como lo llamaría R. Guenon, el «mundo de la multiplicidad«. De igual manera, dicha degeneración va acompañada de un decrecimiento de la duración en el tiempo de cada unos de estos ciclos parciales o Yugas, que por otra arte, se considera que influyen en la duración promedio de la vida humana.
Este Efecto tiene su Causa en que en cada Edad o Era del ciclo, se va produciendo un alejamiento gradual del «Estado Primordial» o esencial que poseía el «Hombre Primordial«, el cual estaba unido íntimamente a un Principio de carácter Espiritual. Este Principio, ya en la actualidad se ha casi perdido, salvo en contadas excepciones, gracias a una élite de iniciados todavía existente, los cuales serán los promotores del cambio hacia la Nueva Era que se nos avecina y en la cual ya estamos en sus primeros inicios.
Otras tradiciones Occidentales, incluyendo tanto a la Qabalah Hebrea como a los pocos rescoldos del esoterismo Cristiano que han sobrevivido a nuestros días, mantienen una concepción cíclica del devenir de los tiempos. Inclusive, ya en la parte exotérica, los mismos textos canónicos como el Apocalipsis y la epístolas de San Pablo, mencionan los «tiempos finales» y «el cielo nuevo y la tierra nueva».
Según la Tradición Indo Oriental, el actual Ciclo Cósmico o Manvantara o Manuantara (Vaivasvata) en el cual nos encontramos, sería el séptimo (ya habrían pasado seis), por lo cual faltarían siete (7) más para un total de 14, que conformarían un Kalpa, que viene siendo un solo dia en la Vida de Brahma o del Creador.
Nuestro actual Ciclo Cósmico o Manvantara (y cualquier otro anterior o posterior), está dividido en períodos de treinta (30) Eras, teniendo cada Era (o lo que en su equivalente astrológico se denominaría «Casa» astrológica ), una duración aproximada de entre 2.000 a 2.160 años. Estó es así por que al menos en nuestro Sistema Solar, en la bóveda Celeste se mantienen en forma inalterable las mismas Constelaciones que son las mismas Casas-Signos astrológicos, en un número de 12 (12 casas x 30 eras= 360 grados), que serían todos los grados de una circunferencia perfecta o el tiempo que la tierra emplea en su devenir o eclíptica por el Sistema Solar.
De esta manera, podemos determinar que un Ciclo Cósmico o Manvantara estaría compuesto por 64.800 años (2.160 años x 30 Eras). Los Manvantaras que conforman un Kalpa son catorce (14) y forman dos series septenarias de las que seis (6) ya han transcurrido (nos encontramos en el séptimo), faltando siete (7) más por venir.
1 Era (casa-signo astrológico): 2.160 años.
1 Ciclo Cósmico: 64.800 años (30 eras)=1 Manvantara.
1 Kalpa: 14 Manvantaras (1 día de Brahma) que equivale a 907.800 años terrestres aproximadamente, en el cual la Divinidad está «dormida» y todo lo que tiene que suceder, sucederá.
1 Pralaya (Vida de Brahma): Un número aun indeterminado de Kalpas (los expertos en la Tradición Indo Oriental afirman que son 36.000 Kalpas), que son unos 504.000 Manvantaras. Es una «manifestación» o «vida» de Brahma. A su finalización es cuando Brahma «despierta».
Este Pralaya representa la medianoche cósmica, es el momento del «final» de los tiempos en el que el Cosmos se repliega sobre sí mismo, diluyendo de nuevo lo creado en un vacío que lo contiene todo. Hay una ley en el Universo que hace que los periodos de actividad o manifestación (Manvantaras) se alternen con periodos de inactividad o sustracción (Pralayas) en un infinito devenir de Creación o de Manifestación de Mundos y Universos, concepto de difícil entendimiento al ser humano. Esta alternancia se aplica en los diferentes grados del Universo, tanto en el macrocosmos, como en el microcosmos, ya que «como es arriba es abajo y como es abajo es arriba».

Pero comencemos desde la «segmentación» espacio-temporal más elemental de la que acabamos de hablar o la Era (casa astrológica), para un mejor entendimiento.
La Era astrológica se origina del movimiento de precesión de los equinoccios (que es la escuela de la astrología Sideral). Este movimiento de precesión es otro diferente pero adicional, al de translación, rotación o nutación de la tierra, en su recorrido a través de la eclíptica.
Para entenderlo mejor, imaginemos que la tierra es como un gran trompo inclinado, que gira en un circulo el cual tiene una duración de aproximadamente 25.920 años, que es la duración del período de precesión. Este circulo fue dividido por los antiguos Caldeos (inventores de la astrología), en 12 partes representadas por los 12 signos del zodiaco (Eras). Si como vimos anteriormente, cada casa-signo dura aproximadamente 2.160 años y lo multiplicamos por las 12 casas-signos del zodiaco, nos arroja esta duracion del horoscopo sideral de 25.794 a 25.920 años terrestres o «Gran Año».

En el transcurso de ese ciclo, el punto vernal (o punto de Aries), recorre en movimiento retrógrado (sentido de las agujas del reloj), los doce signos zodiacales dando lugar a esos determinados periodos o eras de 2.160 años que acabamos de ver (25.920/2.160=12 eras o zodíacos), por lo que cada doces eras o casas astrológicas se nos repite una nueva era de acuario. En estos período es que se modelan ciertos y determinados valores socio-culturales (dados por los planetas personales y sociales allí existentes) y algunas tendencias psicológicas colectivas únicas (dados por los planetas trans personales o generacionales), que estarían simbolizados por el signo zodiacal sideral de cada periodo en cuestión.
Visto el concepto de Era, pasamos ahora a disgregar el Ciclo Cósmico o Manvantara.
Nuestro actual Ciclo Cósmico comenzó en el año 62.800 A.C. y finalizó en el año 2.020 D.C. motivo por el cual, ya estaríamos, aproximadamente en un punto de inflexión y en la entrada de un nuevo Ciclo que coincide con una nueva Era de Acuario.
Pero volviendo a la duración del Ciclo, y si dijimos que el mismo tiene una permanencia de 64.800 años y que el nuestro comenzó aproximadamente 62.780 años A.C., implica que la diferencia es de 2.020 años, periodo de tiempo transcurrido desde el nacimiento del mayor Avatar de nuestra era, Jesús de Nazaret. Este punto fue tratado en mi publicación en este mismo medio, titulada: «La venida del próximo Avatar y el inicio de una Nueva Era. (III parte)». 28 noviembre, 2020 cuya lectura os recomiendo ampliamente. https://mundoholistico-consultores.com/la-venida-del-proximo-avatar-y-el-inicio-de-una-nueva-era-iii-parte

Estas Eras y períodos internos de nuestro actual Manvantara, se articulan en 4 diferentes Yugas (en el marco del hinduismo un Yuga o iuga – ‘Era’ en sánscrito – es cada una de las cuatro Eras en la que está dividido un Maja-Luga o ‘gran Era’). A su vez, cada uno de esos Yugas está compuesto por un numero determinado de Eras o casas/signos astrológicos que en la medida en que avanza el tiempo, se va estrechando cada vez más la duración de cada Yuga, indicando con ese devenir, su inminente final y la progresiva degeneración de la humanidad.
Esto significa en la práctica, que en la medida en que se acerca el final de cada Ciclo, los Yugas se presentan con una MENOR duración temporal pero con una MAYOR intensidad en la magnitud de sus eventos, sean estos de caracter natural, social o sanitario.
1er. Yuga (Krita o edad de oro) = 12 Eras o casas astrológicas.
2do. Yuga (Trita o edad de plata) = 9 Eras o casas astrológicas.
3er. Yuga (Dwapara o edad de bronce) = 6 Eras o casas astrológicas.
4to. Yuga (Kali o edad de hierro) = 3 Eras o casas astrológicas.
Es muy importante destacar, que cada una de esas «capas» o Eras están claramente identificadas con su respectivo signo astrológico y descienden en la proporción del número Sagrado 3.
También el lector observará que se encuentran clasificadas en grupos de tres (ver gráficos de más abajo), lo cual no podría ser de otra manera, toda vez que la cuadruplicidad astrológica (signos Cardinales (C), Fijos (F) y Mutables (M) así lo establecen) en cada una de sus agrupaciones.
También es importante apreciar que cada uno de esos Yugas estaría marcado por una Modalidad de Signo; siempre comienzan (cada Yuga) con un signo Fijo (F) lo cual indica un período de estabilidad en cada uno de sus inicios y terminan en uno Mutable (M), que indica un periodo de cambio y adaptabilidad.
De igual manera, cada una de las Eras incluidas en cada uno de los Yugas, estaría también identificada por un signo zodiacal, un Planeta o Luminaria, un elemento de la naturaleza y un Principio energético que definirá la naturaleza específica y tendencia/comportamiento de cada Era.

Para que podamos tener una idea de temporalidad en la ubicación de nuestro actual Manvantara (estamos en el 7mo. como indicamos al principio), el «Homo Sapiens» ya vivía en este Planeta hace 195.000 años ( hace 3 Manvantaras aproximadamente).
Pasemos ahora a desmenuzar la cronología y los características que revisten y revestirán a cada una de las Eras y Edades;
CRONOLOGÍA DEL SEPTIMO MANVANTARA (ACTUAL) – 64.800 años.
Krita-Yuga – (Edad de Oro) 25.920 años (12 eras) – 62.800 A.C. al 36.880 A.C.
También llamado Yatya-Yuga, es el Período de Oro de la humanidad y el principio de este ciclo cósmico, también fue el de más larga duración. El método de liberación espiritual en esta primera, era la dhiana ‘meditación’. En este Yuga más elevado, todas las personas podían experimentar la espiritualidad por intuición directa. El velo entre los reinos de lo material y lo transcendental era casi transparente, porque era un período libre de cualquier tipo de infelicidad o miseria. Todos eran Santos y las ceremonias «religiosas» estaban dirigidas a un mismo fin. A este período deberá arribar la humanidad en el principio de un nuevo Ciclo Cósmico por venir.

Como se puede apreciar en cada una de las Eras (tomemos como ejemplo la Era 1 del Yuga visto arriba), la misma esta marcada por signo zodiacal de Leo, el Sol como Planeta, el Elemento Fuego, el principio Yan o masculino y la modalidad Fija. Probablemente haya sido una Era de alta actividad geológica o volcánica, y de muy intensa actividad humana en sus origenes.
A continuación la siguiente Era;
Tretâ-Yuga – (Edad de Plata) 19.440 años (9 eras) – 36.880/17.440 a.C.
En este edad de plata, comienza el ritmo cíclico de decadencia. Es la edad en donde el acercamiento a la Divinidad se efectúa en base a ritos y ceremonias ya sean estos de caracter mágico o religioso. El método de liberación espiritual es el iagñá ‘sacrificio de animales en un altar’.

mundoholistico-consultores.com/jesus-de-nazaret-y-las-condiciones-astrologicas-en-su-nacimiento.
Dwâpara-Yuga – (Edad de Bronce) – 12.960 años (6 eras) – 17.440/ 4.480 a.C.
En este Yuga, el método de liberación espiritual es archana ‘adoración de ídolos’. La decadencia espiritual continua su caída, es la «edad de las dudas».

Es en este Yuga es donde al parecer, nació y floreció la civilización ATLANTE, presumiblemente entre la mitad de la Era segunda (regida por LIBRA) para mantenerse en la de VIRGO y LEO. Sobre este particular el insigne esoterista occidental Rene Guenon, en su libro «Formas Tradicionales y Ciclos Cósmicos» nos menciona lo siguiente:
«Pensamos que la duración de la civilización atlante debió de ser igual a un “gran año” , entendido como la mitad de un período de precesión de los equinoccios . En cuanto al cataclismo que puso fin a la misma, ciertos datos concordantes parecen indicar que ocurrió 7.200 años antes del año 720 del kaliyuga».
Como sabemos la desaparición del continente Atlante se produjo por la influencia de grandes cataclismos geológicos (terremotos y erupciones volcánicas), que coinciden claramente y como podemos apreciar en el anterior gráfico, con la Era cuarta, la cual está influenciada por el elemento FUEGO (Leo y el SOL).
Finalmente llegamos al Yuga, el cual en el presente momento de la humanidad ya se encuentra en sus postrimerías y dando sus últimos coletazos. Es el presente estado de la humanidad, en el cual nos encontramos y en proceso de transición hacia una nueva ERA (la de ACUARIO) y un Yuga de inicio que origina un nuevo Ciclo Cósmico (Manvantara) en el transcurrir de los KALPAS.
Kali-Yuga – (Edad de Hierro) – 6.480 años (3 eras) – 4.480 A.C. al 2.020 D.C.
«En el kali-iuga, habrán numerosos gobernantes luchando por el poder. Ellos no tendrán carácter. La violencia, las mentiras y la inmoralidad estarán a la orden del día. La piedad y la naturaleza del bien se desvanecerán lentamente. La pasión y la lujuria serán la única atracción entre los sexos. Las mujeres serán objetos de placer sexual. La mentira será la línea límite de subsistencia. La gente culta será ridiculizada y puesta en vergüenza; en el mundo la ley del más rico será la única ley».
El Vishnú puraná.
Con esta descripción que nos hace este texto Sagrado del Hinduismo, podemos hacernos una clara idea descriptiva de la época que estamos viviendo, y nada más cercano a la realidad. No sólo estos textos nos describen de esta manera el Kali-Yuga, sino también lo hacen muy gráficamente otros textos Sagrados del Cristiniamo (Apocalipsis) y algunas Suras del Corán.
Estamos sumergidos en la Era del conflicto, de la confusión y de la multiplicidad. Una Era de guerras, odios, conflictos, caída de las instituciones obsoletas (ya sean éstas de carácter religioso o político) y de debilitamiento de los principios morales. Tiempos de pandemias que cada vez se hacen más virulentas y de mas difícil control (no perdamos de vista que la pandemia del cólera fue apenas hace 200 años y ahora recientemente se repitió en forma cíclica bajo el covid-19), arrojando en ambos casos, una mortandad significativa a pesar de los avances científicos de cada época. Es muy interesante constatar que esta nueva Era de ACUARIO, esta regída por el el Elemento AIRE y es por éste medio que los virus más letales se propagan.
No obstante, en algún momento cercano este Kali-Yuga llegará a su fin para dar paso a una nueva Era, en la cual se gestará el inicio de un nuevo Manvantara o Ciclo Cósmico. Estos cambios no son repentinos (por eso tal vez no se notan de golpe), por el contrario se gestan muy lentamente en una sucesión de acontecimientos cada ve más lamentables y alejados del carácter Primordial que nos caracterizó en la Edad de Oro.

Podemos aquí observar, que en la Era 1de este Kali-Yuga (rojo) marcada por Tauro o la Era del Toro «Apis» y signada por el elemento Tierra, es cuando la civilización Egipcia estuvo en su apogeo con todo el legado que nos ha aportado. La siguió la segunda Era regida por ARIES o el Carnero (Moisés y el período post Abraham signado por este símbolo) y el elemento FUEGO, Era que en sus finales tuvo el privilegio de recibir la llegada del Avatar, Jesús de Nazaret. Nota: Ver a tal efecto el artículo publicado por el mismo autor el 24-5-2020, en esta página titulado: «Jesús de Nazaret y las condiciones astrológicas en su nacimiento». https://mundoholistico-consultores.com/jesus-de-nazaret-y-las-condiciones-astrologicas-en-su-nacimiento.
Posteriormente la tercera Era (PISCIS) el Pez, (elemento AGUA) que marca el inicio y crecimiento del Cristianismo.
A continuación se producirá la transición o el cambio a la Era en la que estamos entrando (ACUARIO). La era de Acuario, no obstante, está muy lejos de ser un bello despertar colectivo lleno de luz y armonía, «paz y amor” para el mundo. Nuestra entrada en la Era de Acuario está en perfecta sincronía con la parte final del actual Kali Yuga que vivimos en la actualidad y que está en su máximo apogeo (algunos eruditos afirman que estamos en el «Kali-Yuga del Kali-Yuga«, o sea en la parte más oscrura de este Yuga. Esto es así, porque a medida que nos alejamos del “Principio” y de la «Primordialidad» y el tiempo transcurre, la humanidad degenera en forma exponencial. A medida que nos acercamos al fin del actual ciclo, la percepción del tiempo se acelera, las costumbres se relajan y la cultura se degrada; la humanidad se hace totalmente inconsciente de las poderosas fuerzas astrales que la dirigen hacia el colapso de la civilización mundial y en especial la de occidente moderno. Muchos afirman que esto nos llevará al «gobierno del anticristo».
No obstante, no podemos ni debemos desesperarnos. El cierre del círculo y el consiguiente retorno a la nueva Edad de Oro no están lejos de iniciar y la prueba está en el desordenado estado del mundo actual cada día más insostenible. Tras el “Kali Yuga” tendremos un largo y saludable “Krita-Yuga” o Edad de Oro, pero no es prudente hacer galas de celebración hasta que lleguen los protagonistas de este cambio, pero nadie sabe cuándo llegara este momento, ni los Ángeles o Arcángeles lo saben, solo El Gran Arquitecto lo sabe. Unos creen que será el tan esperado Mesías, otros que seré un nuevo Avatar. Otros simplemente, son de la opinión que nadie vendrá a salvarnos, sino que será la propiedad humanidad que lo hará, aprendiendo las lecciones vividas y sobre todo por el aprendizaje a causa de los sufrimientos que faltan por venir.
Esta situación originará un cambio en los paradigmas, una elevación de la espiritualidad, pero sobre todo un hastío hacia las instituciones de cualquier orden ya sean estas religiosas, políticas os sociales y que no dan respuesta a los nuevos tiempos.
Si nos remitimos nuevamente al último grafico de arriba (en azul), actualmente nos encontramos en plena transición de la Era de Piscis a la Era de Acuario, una transición que según todos los indicios, soy de la opinión que debió iniciarse a principios del siglo XX y que tuvo un importante punto de inflexión el año 2020 D.C. de nuestra Era, específicamente a finales de ese mismo año (Noviembre), dadas las muy especiales condiciones astrológicas que se presentaron y que recomiendo lean en mi publicación de esta misma web que titulé:
«El punto de inflexión y los acontecimientos por venir desde una visión astrológica)». 8 noviembre, 2020. https://mundoholistico-consultores.com/el-final-de-nuestro-ciclo-cosmico-y-el-inicio-de-una-nueva-era-ii-parte-el-punto-de-inflexion-y-los-acontecimientos-por-venir-desde-una-vision-astrologica
Nuevamente es necesario insistir, en que estos cambios no son súbitos sino sumamente graduales en el tiempo. Un acontecimiento se solapará a otro en un continua cadena de eventos, algunos más significativos que otros.
Y hasta aquí hemos llegado con este artículo, el cual espero haya sido provechoso para todos, en el conocimiento acerca del secreto «de donde venimos, que somos y a donde vamos«.
Abrazo de verdadera Luz para todos.

El Alma. William-Adolphe Bouguereau.
El Alma es el producto espiritualizado del cuerpo. La descripción de sus características y cualidades, varía significativamente en cada una de las tradiciones tanto Occidentales como Orientales. En la anterior definición dada arriba, residiría el punto medular de este concepto ya que basados en la misma, cualquier ser vivo que de alguna manera «sienta», ya sea este animal (alma de grupo o de especie) , conceptualizando dentro del concepto «animal» al ser humano como ente racional, serían portadores por lo tanto, de un Alma. Partiendo de esta premisa, cuanto más elevado sea ese ser en la escala evolutiva (o dicho de otro modo cuanto más desarrollado sea su sistema nervioso central), mas desarrollada o elevada sería su Alma (desde un punto de vista primitivo), ya que la misma poseería un mayor grado de vibración, partiendo desde una simple célula hasta el ser humano mas desarrollado.
De acuerdo con la tradición occidental hebreo-cristiana, el Alma (en hebreo נפש, néfesch y en griego ψυχή, psykhḗ) es la principal cualidad que indentifica a la materia viviente, diferenciandola por lo tanto, de un ser no-moviente (inerte) a un ser dotado de movimiento. Es por eso, tal y como indicamos al inicio de este escrito, que el Libro Sagrado del Génesis lo describe claramente. En este contexto, el Alma viene a ser como el soplo de vida exhalado por la Divinidad hacia el Ser, que en ese momento queda impregnado de una vitalidad y existencia de caracter Superior, dentro de todo el contexto de la Creación. Es el principo de todo y existe como paso previo antes de la manifestación de todo lo creado.
Este aura o cuerpo vital, es la primera que recubre el cuerpo físico o denso ( de uno a cinco centímetros) y es la que le da la vitalidad y energía, haciendo que todos los órganos funcionen. En ella reside la memoria y allí todo órgano es creado previamente antes de su formación física, bajo una forma etérica. Allí también es previamente sanado o se enferma, para luego pasar a afectar el cuerpo denso.
Anatomicamente, dicho átomo «simiente» está situado en el cuarto chakra o vórtice (cardíaco o Anahata), específicamente en el ventrículo izquierdo del corazón, cerca del ápice.
Al ocurrir la muerte, dicho átomo-simiente sube por el nervio pneumogástrico, abandonando el cuerpo físico, junto con las otras auras (emocional y mental), escapándose a traves de la fisura de los huesos parietal y occipital del craneo. Es por esa razón, que cuando el cuerpo muere, en ese momento las personas sensibles o videntes, pueden observar como una especie de bruma se eleva por encima de la cabeza.
Cuando esta Alma (cuerpo vital) junto a los cuerpos de deseo y mental dejan al cuerpo físico o denso, permanecen todavía conectados por algún tiempo (de uno a tres días) al cuerpo físico, mediante un cordón o hilo, vibrante y plateado, muy parecido a dos números seis (6) puestos al revés el uno del otro, colocados horizontalmente y conectados por las extremidades.
Un extremo está unido al corazón (cuarto chakra), y cuando se produce la ruptura del mismo, se produce la paralización del corazón. Este hilo no se rompe hasta que el panorama de la vida que acaba de terminar haya sido completado y se impregne en los vehículos superiores que irán al primer cielo (como si fuera una película). Es por esa razón que el cuerpo físico NO debe ser cremado, embalsamado ni mutilado hasta pasados al menos tres dias, ya que si bien fisicamente no siente, si «siente» el cuerpo vital y el resto de los vehículos etéricos que se van, y por lo tanto, paralizaría o retrasaría el reconocimiento e impregnación de los acontecimientos de la vida ya terminada y que servirán de base para escribir el libreto de la nueva vida por venir.
Ya dada la encarnación en un nuevo cuerpo denso, el Ego empieza a operar por medio de la sangre y de su calor, y también por medio del aire que entra en los pulmones (el soplo de vida del que hablábamos al principio de este escrito). Esto es debido, a que que el Alma de la carne está en la sangre, asegurando así la admisión del Espíritu del que hablaremos a continuación. Es por esa razón (entre otras), que en muchas creencias religiosas y filosofías se prohíbe comer carne y menos si es portadora de sangre. En el versículo 14 del capítulo 17 del Levítico hebreo, se prohíbe a los Judios comer carne, por que el Alma de toda carne reside en la sangre. Es decir, podemos afirmar que el Ego se transmite y reside en la sangre como manifestación dentro del cuerpo denso o físico.







Debemos añadir a lo anterior, que esta especial conjunción tambien coincide en ambos Planetas con la triple conjunción con Plutón. Bajo esa interpretación, los eventos se desencadenan con especial intensidad y virulencia (tal y como es la naturaleza de Plutón), pudiéndose producir catastrofes naturales, graves conflictos socio-políticos y pandemias como las que estamos padeciendo en este momento. Es posible que estos efectos unidos al inicio de una Nueva Era, siembren en la humanidad la simiente de un nuevo despertar y un cambio de los paradigmas. No obstante y como todo en el Universo, será un cambio gradual.
Ahora, casi dos siglos después (200 años), se nos presenta bajo la forma de otro virus aún más silencioso y letal como lo es el covid-19. 



Sello Mágico del Arcángel Miguel.
Miguel Arcángel está rodeado de un muy profuso simbolismo qabalistico y esotérico.
SENDEROS EN ATZILUTH (Mundo ARQUETIPICO- Plano Espiritual) אצילות. Pertenece al grupo de los ELOJÍN / ZEBAOT (Elohim Tzabaoth) אלהים עבות siendo su color el morado. Gematria:646+499=1145 (2). Apreciar el árbol a la izquierda en su sephira Hod, mundo 1ro.
SENDEROS EN «BRIATH». Creativo. 7 días del Génesis (Mundo CREATIVO- Plano Mental.) En este mundo, se le asimila a su propio nombre como el Arcángel Mijael מיכאל ya que son las fuerzas Arcangelicales las que mueven este Mundo.
SENDEROS EN «YETZIRATH» . Mundo Formativo / Emocional, (Mundo Formativo- Plano Astral). En este plano, Miguel se encuentra en correspondencia con los coros de Ángeles ó Beni Elohim. (BNY ALHYM) במי אלהם gematria: 52+ 636=688. Estos Ángeles son los hijos de los Dioses, encargados de la construcción del mundo físico. Poseen contacto telepático con los humanos. Su color es el rosado y en este plano, lo ubicamos en la sephira del gráfico de al lado. Sub plano de existencia: 6to., zonas de intercomunicación, de sensibilidad y de imaginación creadora.
SENDEROS EN «ASSIAH». Plano Sensible (Mundo Físico – la materia). En este Mundo mas denso, se hace referencia al cuerpo celeste (planeta) que identifica a este Arcángel, siendo el mismo Mercurio (Kojak כוכב ) y se identifica con la sephira Hod del Árbol de al lado. 



Paradójicamente, el Arcángel Miguel también es el Ángel de la muerte ya que se afirma que le ofrece a las almas la oportunidad de redimirse antes de morir. Otra labor es la de pesar las almas en una balanza perfecta en el día del Juicio Final, es por eso que se le compara con Anubis de la Mitología egipcia.








En mi opinión y luego de estudiar y consultar diversas fuentes de investigación, textos Sagrados, canónicos y apócrifos, se llega a la conclusión que el Maestro Jesús no nació en el año 0 de nuestro calendario Gregoriano. Su nacimiento aconteció en el año 7 A.C.
Esto no sería ninguna casualidad, ya que Jesús de Nazaret nació como sacerdote y rey, y está claramente escrito en la Biblia que perteneció a la misma cadena iniciática que el Gran Profeta Melquisedec (Lucas 3:23) , el cual fue otro Avatar y encarnación anterior de la misma alma de Jesús. Tal fusión de fuerzas, se produciría en una constelación como la de Piscis (el pez) el cual es el símbolo por excelencia del cristianismo, es una profecía que ya estaba escrita desde el principio de los tiempos.
De tal manera que, este nacimiento se debió haber producido aproximadamente entre los días comprendidos entre el día 24 de septiembre y el 7 de octubre del año 7 A.C. según el calendario Gregoriano. Estas fechas han sido contempladas por mi persona, luego de un análisis de varios factores. Si la celebración del Yom Kippur, comenzara el 27 de septiembre y la Sagrada Familia estaba en Galilea y querían llegar al comienzo de la celebración, serian aproximadamente unos 300 km. los cuales se recorrerían (José a píe el y María a lomo de un asno) en unos 5 a 7 día de camino, previos al comienzo. 
Al tener a Piscis (el símbolo de la Cristiandad) en el Ascendente, Jesús se mostraba como una persona gentil y sensible con una profunda comprensión de las personas y una actitud muy tolerante, y sin prejuicios hacia la vida (tal y como demostró al casarse con María Magdalena y en haber estudiado las religiones esotéricas en sus viajes al lejano Oriente).
Jesús de Nazaret nació con su Sol en la cúspide del signo de Libra, y además en la misma constelación de su nombre o casa. Jesús era un Librano “Puro”.
Era muy idealista y romántico, sobre todo lo relativo a la relación de pareja y al matrimonio. Él no la buscó, pero encontró una pareja que era parecida a Él intelectualmente y la encontró en María Magdalena, capaz de mantener una relación mental, intelectual, a la vez que sea física y emocional. Esto lo vio en esta joven, rica y culta Cananita, con unas creencias religiosas muy particulares.
Al tener a Mercurio en Libra y además domiciliado en su casa, uno de sus puntos fuertes era su especial habilidad de ver los dos lados de un mismo asunto, y de negociar y lograr acuerdos y reconciliaciones. Era objetivo y algo despegado de prejuicios emocionales y por ello haría un excelente consejero y mediador. Su pasión por ser justo y buscar la armonía o por lo menos la coexistencia pacífica entre la gente, y su diplomacia era una ventaja para cualquier situación social en la que se encontraba. Tenía también, una fina sensibilidad artística y puede trabajar en un ambiente artístico o cultural.
Jesús de Nazaret tenía su Luna en Capricornio, lo cual lo hacía una persona muy seria y responsable. El trataba en todo momento de “llevar el mundo sobre sus hombros, En muchas oportunidades aparecía a los ojos de los demás, dando la impresión de aspereza y dureza con una actitud hacia sus preocupaciones y sentimientos personales. Pero en realidad, no existía en el mundo un mejor amigo que Él. Sus sentimientos y lealtades eran muy arraigadas, pero a menudo no permitía que nadie supiera cuánto las quería.
Con su Planeta Marte en Sagitario, Jesús era un incansable caminante y un ambicioso emprendedor, como le demuestra sus constantes viajes (tanto cortos como largos), en los cuales adquirió enorme sabiduría. Siempre tenía una estrella lejana que seguir, una nueva empresa que emprender, o nuevas posibilidades que explorar. Siempre iba hacia arriba (literalmente hablando), en sentido espiritual. Apuntaba muy alto y no se contentaba con una vida tranquila y segura. Le gustaba traspasar sus propios límites, para ver hasta donde conseguía llegar; también le gusta arriesgarse.
Su Júpiter en Piscis, le otorgaba una habilidad especial para identificarse con los demás. El nuca llegó a pensar en aprovecharse ni herir a nadie. Era un Alma Pura. Se preocupaba en extremo por el sufrimiento ajeno. También era un Ser muy impresionable o tenía una sensibilidad psíquica altamente desarrollada. Le atraía mucho el trabajo social, el ministerio religioso, dar su tiempo y energía a organizaciones de caridad o servir y ayudar a los pobres, necesitados o marginados de alguna manera. Su generosidad y entrega desinteresada eran admirables
Saturno en Piscis, a veces le otorgaba una sensación de nostalgia por algo que no podía nombrar o especificar, y por eso, tenía una gran atracción hacia el misticismo y la parapsicología.
La marcada influencia que ejercieron estos Planetas en el Avatar, marcaron en definitiva el antes y después de una Era, y sus acciones marcarían un hito y cambio en la historia y vida de la humanidad. Especialmente por la oposición de Plutón a Saturno y Júpiter. Es por eso que este apartado, sería de vital importancia para entender a nuestro Personaje.


El Pentagrama, es una figura geométrica en forma de estrella pentagonal, también conocida como, pentáculo, pentalfa, pentángulo y también como «estrella pitagórica».
Al mismo tiempo, es capaz de esconder entre sus líneas el número de la «proporción áurea» phi 1,618 (Luca Pecioli). Éste número, que algunos hermetistas lo consideran como «sagrado», siempre se encuentra presente en los objetos geométricos en los que exista una simetría pentagonal, bien sea porque sean pentágonos, o bien sea porque aparezca la raíz cuadrada de cinco. Además y como detalle de su infinitud, es posible dibujar una nueva estrella en su interior, manteniendo las proporciones, con una repetición hasta el infinito. También contiene intrinsecamente elementos matemáticos como la sucesión de Fibonacci, la espiral logarítmica, fractales y logaritmos, entre muchos otros, y por ello tiene relación con la naturaleza misma, en su génesis y evolucióm
Desde aquella epoca, se le ha venido dando un uso al mismo tiempo místico-mágico y por otro lado científico. En la «magia blanca» el pentalfa o pentáculo con su punta hacia arriba suele significar al ser humano y los aspectos mágicos «constructivos» que el mismo contiene en su cuerpo y en su espíritu. Se asocian Planetas, signos zodiacales, letras del alefato hebreo, etc.
En Egipto, la estrella de cinco puntas encerrada en un círculo representaba, dentro de su mitología, la Senda del Duat o Mundo de los Muertos, siendo en realidad la estrella Sirio-Sothis. La ilustración de la izquierda , se encuetra en la tumba del rey Seti I. En la misma, aparece la diosa Sopdet con la estrella que la caracterizaba, denominada Sothis «Brillante del año nuevo” antes mencionada. Hace alusión a una de las fases de la existencia, como lo es la muerte, considerada como una etapa de transición dentro de la existencia, en la que nos adentramos en otro mundo o dimensión antes de vislumbrar la luz de una nueva vida.
Durante la Edad Media se dibujaron elaborados pentalfas, para luego sobre ellos, dibujar las figuras humanas. Esto puede corroborarse en el célebre grabado de Leonardo Da Vinci, «El Hombre del Vitrubio». 
Por correspondencia hermética (eminentemente de caracter qabalístico) y como derivación del Pentagrama en su elevacion mas sublime, fue creado el Pentagramaton (en griego: πενταγράμματον) o Yahshuah (hebreo: יהשןה) el cual incluye en sus vértices esta palabra en un orden pre establecido y de compleja explicación. 
el cual representa el poder temporal o material (el elemento tierra ) , mientras que la letra Vav esta simbolizada por el arcano mayor “sumo sacerdote”
el cual es el “poder espiritual” o sacerdotal en la tierra (elemento aire
En las obras ocultistas del Renacimiento, este Pentagramaton (o Nombre Divino de cinco letras), frecuentemente y como mencionamos, estaba dispuesto alrededor de un pentagrama místico, donde cada una de las cinco letras hebreas estaba colocada en uno de los puntos (la letra shin ש siempre estaba colocada en el vértice del pentagrama que apunta hacia arriba al significar el elemento rector fuego y en algunos casos el elemento eter).







El primer movimiento es el más conocido de todos y llamado de translación, el cual lo efectúa la Tierra en su órbita alrededor del Sol que en promedio dura 365 días de nuestro calendario Gregoriano, aún cuando astronomicamente este período pueda variar.
son movimientos que efectúa la Tierra sobre su propio eje, al mismo tiempo que lo hace en su órbita de translación alrededor del Sol. Definamos ahora brevemente los movimientos de rotación y nutación, para luego centrarnos en el de precesión, que es realmente el que nos interesa a efectos del levantamiento de una carta sideral.
Por otro lado lo que más nos interesa en el levantamiento de la carta sideral, es el movimiento de precesión (en astronomía llamado «precesión de los equinoccios»), el cual consiste en el cambio gradual en la orientación de eje de rotación de la tierra, trazando un cono. Como dijimos arriba, el mismo describe el movimiento de una peonza recorriendo una circunferencia completa cada 25.776 años cuyo período se conoce como «año Platónico». Este movimiento es de 1° cada 71,76 años x 360°= 25.776 años arriba mencinados. 






